Tras los fatídicos últimos acontecimentos ocurridos, tanto en el himalaya como el año pasado en los Andes, en los que dos personas perdieron la vida porque no se les pudo ayudar convenientemente se abre un debate, que ya estaba abierto hace tiempo por otro lado porque esto no es nuevo, en el que se cuestiona la falta de solidaridad en la montaña.
No se de que nos asombramos puesto que la competitiva sociedad en la que vivimos premia al mejor ante cualquier circunstancia. Si el mejor tiene que pisar a alguno para serlo lo hará sin duda alguna. Lo que ocurre en la sociedad se refleja en todos los aspectos de la vida invariablemente. Y el monte no va a ser menos a pesar que algunos nos empeñemos en pensar que estamos equivocados y que la gente del monte es diferente. No señor, no lo somos, ni mucho menos, a las pruebas me remito...
No debemos olvidarnos que antes que alpinistas somos personas y en base a ello debemos actuar. Gracias a Dios en España, y supongo que en el mundo entero también, existen varios ejemplos de personas que han renunciado a una cumbre, o que han expuesto su vida, por ayudar a semejantes en apuros. Me vienen a la mente el enorme Luis Fraga en el Everest y los hermanos Pou en Patagonia. Ello es lo que les hace mejores, no a nosotros por ser compatriotas, sino a ellos por saber renunciar a su objetivo en un momento determinado y decidirse a ayudar...
Pues así tenemos que ser siempre. En el trabajo, en la calle y en cualquier actividad que realizemos, no sólo en el monte. Personalmente opino que ello nos hará mejorar como personas, tengamoslo en cuenta.
No se de que nos asombramos puesto que la competitiva sociedad en la que vivimos premia al mejor ante cualquier circunstancia. Si el mejor tiene que pisar a alguno para serlo lo hará sin duda alguna. Lo que ocurre en la sociedad se refleja en todos los aspectos de la vida invariablemente. Y el monte no va a ser menos a pesar que algunos nos empeñemos en pensar que estamos equivocados y que la gente del monte es diferente. No señor, no lo somos, ni mucho menos, a las pruebas me remito...
No debemos olvidarnos que antes que alpinistas somos personas y en base a ello debemos actuar. Gracias a Dios en España, y supongo que en el mundo entero también, existen varios ejemplos de personas que han renunciado a una cumbre, o que han expuesto su vida, por ayudar a semejantes en apuros. Me vienen a la mente el enorme Luis Fraga en el Everest y los hermanos Pou en Patagonia. Ello es lo que les hace mejores, no a nosotros por ser compatriotas, sino a ellos por saber renunciar a su objetivo en un momento determinado y decidirse a ayudar...
Pues así tenemos que ser siempre. En el trabajo, en la calle y en cualquier actividad que realizemos, no sólo en el monte. Personalmente opino que ello nos hará mejorar como personas, tengamoslo en cuenta.
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.